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Empatía ruinosa: ¿Por qué no dar feedback impacta en el colaborador y en el negocio?

Empatía ruinosa: ¿Por qué no dar feedback impacta en el colaborador y en el negocio?

Te imaginas tener un pequeño trozo de cilantro en los dientes y estar frente a un cliente y que nadie te haya dicho, o que sientas que tu trabajo no está dando resultados, pero no te digan qué está mal.

Muchas veces los líderes, y compañeros, no son capaces de dar esa retroalimentación para no dañar los sentimientos, a esto se le conoce como empatía ruinosa. Pero no decirle al colaborador que hay cosas que están afectando su desempeño, no solo limita su desarrollo, sino el crecimiento de la empresa, de los demás trabajadores y afectar la relación con los clientes.

Aunque esta actitud parece empática, porque estás cuidando y preocupado por el otro, en el largo y mediano plazo es hiper perjudicial, porque estás evitando la incomodidad de comunicar algo, porque no crees que el otro sea capaz de asumir esa información sin sentirse mal”, destacó Melhina Magaña, CEO de Daucon.

Con estas acciones se evita desarrollar una comunicación asertiva, porque se omiten datos que pueden ayudar a la otra persona a aprender de sus errores y mejorar.

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Melhina Magaña precisó que en las organizaciones suele ser muy frecuente que los líderes tengan una empatía ruinosa y si ven un colaborador con mala higiene personal o si no está cumpliendo sus metas, prefieren no hacer comentarios para no dañar los sentimientos, lo cual lleva a la falta de desarrollo del empleado.

De hecho, 65% de los colaboradores mexicanos dice que los mensajes de los líderes no llegan a ellos, de acuerdo con un estudio Índice de Tendencia Laboral de Microsoft.

Empatía estratégica

Sin embargo, los líderes deben apostar por una comunicación efectiva y nombrar la situación sin etiquetas o juicios de valor. Porque cuando se describen los hechos con respeto, la gente puede recibirlo positivamente y tomar acciones, en cambio, cuando la retroalimentación es agresiva o condescendiente, los resultados son negativos.

Todas las fuentes de comunicación asertiva implican quitar las etiquetas, los juicios, las emociones y calificativos, porque a veces podemos tener la razón, pero la forma y los tonos hacen que nuestro mensaje pierda poder y efectividad”, comentó Magaña.

Por ejemplo, en el caso de que un reporte no se envíe se puede decir: “El pasado mes acordaste mandarme este reporte, no lo hiciste y el impacto fue que me atrasé en la entrega y tuve un feedback negativo, y hoy seguimos sin entrega. De esta forma estoy diciendo qué sucedió, pero sin ser agresiva, sino tomando un tono neutral”.

Afectaciones a la compañía y al líder

Cuando no se da una retroalimentación se crea una cultura paternalista, se siguen cometiendo los mismos errores y no se desarrolla el talento, además, los otros colaboradores terminan cayendo en burnout, porque se saturan de trabajo.

“Un líder que no da retroalimentación puede quedarse sin empleo, por una empatía ruinosa, porque el trabajo del líder es dar resultado a través de otros, y si no puedo crecer y desarrollar al otro, si no lo reto y solo lo cuido, estoy generando que el talento no crezca. No voy a poder tener un sucesor ni ayudarles en sus carreras”.

El ambiente de trabajo se vuelve tóxico porque nadie dice nada, se evita el conflicto y no se puede construir confianza, lo cual impacta en la lealtad, retención de talento, rentabilidad, satisfacción del cliente, en los colaboradores y el negocio.

“Tenemos el deber moral, como líderes, de si vemos algo que puede perjudicar la carrera de la gente, decirlo”.