Lobby | Clima de tensión en el PRO: ¿qué pasa entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich?

"Tenga cuidado con tomar medidas que vayan contra la propiedad privada y la decisión individual de cada uno de vender cuando quiera y como quiera", dijo Patricia Bullrich el viernes pasado para advertirle tempestades al presidente Alberto Fernández si toca las retenciones o si obliga a los agroexportadores a liquidar los porotos de soja que tienen guardados en silobolsas para forzar un aumento del dólar. 

La titular del PRO fue una de las mayores atracciones de la edición 134 de la exposición anual de la Sociedad Rural Argentina y, como lo hace semana tras semana, le pega al Gobierno todo lo que puede para capitalizar el impacto de la crisis. 

Sus movimientos, bajo la bandera de "Patricia Bullrich Presidenta", están orientados a seducir al votante más duro del espacio. 

A diferencia del año pasado, la ofensiva electoral también cosecha críticas previsibles entre distintos dirigentes del partido amarillo que responden al alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta que también trabaja para su candidatura. 

La relación de Macri con Bullrich se encuentra muy desgastada

Los cuestionamientos de Macri

No todos son de la autodenominada "ala moderada", porque el ex presidente Mauricio Macri también cuestiona a su exministra de Seguridad. 

El magnate le dice a su entorno que está preocupado por ella. "Lo conmueve desde el corazón pero lo preocupa desde la cabeza", resumieron en el círculo íntimo de Macri para explicar que no duda de la ambición de su ex ministra, pero le critica que nunca baje un cambio para combinar las ofensivas con momentos de menor virulencia y agresividad. 

"Siempre son todos tiros para todos lados, nunca una caricia", bromeó el integrante del macrismo consultado para reflejar el desacuerdo del fundador del PRO con el sostenimiento extendido de una estrategia de demolición del Gobierno cuando faltan 17 meses para las presidenciales de 2023. 

Bronca de Macri por una candidatura anticipada basada en promover un clima de inestabilidad

Bullrich recorre incansablemente las provincias buscando sumar adeptos

Sólo en el último mes, Bullrich realizó recorridas proselitistas en las localidades bonaerenses de Hurlingham, José C. Paz, San Nicolás, Ramallo y San Pedro. 

Por fuera del mayor distrito electoral estuvo también en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Misiones y Córdoba. Nueve localidades en 30 días que no pasan inadvertidos en el PRO y mucho menos en Juntos por el Cambio donde sus dirigentes pactaron ceder a los pedidos de Elisa Carrió y dejaron de hablar de candidaturas, aunque saben que, sin hacer mucha propaganda, deberán avanzar lo más rápido posible con la planificación y cierre de candidaturas 

Bullrich hizo la suya frente a esa decisión orgánica de la alianza opositora de aflojar el tono proselitista por anticipado. De ese modo desconoció el pedido de Carrió. 

Las dos dirigentes han sido aliadas cuando convivieron en la Cámara de Diputados, pero esta nueva diferencia se suma a la realidad de un vínculo históricamente inestable que empeora con velocidad y cuya densidad se conocerá cuando "Lilita" hable al respecto. 

Bullrich recorre incansablemente las provincias buscando sumar adeptos

La decisión de ser candidata no se posterga más

Cerca de la titular del PRO dicen que no tiene margen para disimular ni para postergar sus ambiciones en otro turno electoral. Todo el road show de este mes fue detrás de su candidatura presidencial, pero con un tono empeñado en demoler al Gobierno. Llegó a decir que está dispuesta a asumir mañana. 

La ex ministra no tiene tiempo que perder y le dice a los suyos que a su edad es la última vez que se siente en condiciones de ponerse una campaña presidencial al hombro pensando en ganarla. De ahí los fundamentos de la ofensiva política que impulsa contra el Gobierno. Lo hace con un armado político conducido por el diputado y ex jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Gerardo Millman. Aunque es un duro y exégeta de Macri, es otro destinatario de las críticas del macrismo de paladar negro. 

Al legislador, considerado una de las manos derechas de Bullrich, le endilgan la orientación de la campaña prematura y cierta desorganización en el armado. En el PRO, los conocedores del estrecho vínculo que unió a Macri con su ex ministra en otros tiempos, leen esas críticas como el malestar que tiene el entorno del expresidente ante el acuerdo de coexistencia de la ex ministra con un sector que responde al diputado y ex titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó. 

Tanto el legislador y ex viceministro del Interior, Sebastián García De Luca, como el concejal de Tigre y ex diputado nacional Nicolás Massot, junto al diputado bonaerense Marcelo Daletto, trabajan para la candidatura presidencial de Bullrich y forman parte de quienes fueron históricamente despreciados por Macri, aunque fueron clave para el armado nacional que lo llevó a la Presidencia en 2015. Ahora lo hacen para Bullrich: De Luca teje en todo el país, mientras que Daletto se concentra en la provincia de Buenos Aires y Massot hace lo propio Tigre, porque quiere ser su intendente, pero también alimenta  las redes en el mayor distrito electoral y en toda la zona núcleo de la pampa húmeda, epicentro agroexportador. Ellos trabajan en el territorio y, como sucedió este viernes, Bullrich les habla desde La Rural o subida a su road show. 

Patricia Bullrich ya no esconde su deseo de ser candidata a presidenta

La relación Macri-Bullrich luce desgastada desde hace tiempo

El vínculo entre Macri y Bullrich se viene resquebrajando desde antes de las elecciones de medio término del año pasado.

 Estuvieron juntos y postergaron las diferencias para confrontar internamente con la decisión de Rodríguez Larreta de cambiar el domicilio electoral de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, e impulsarla en la Ciudad, y hacer el enroque con el ex vicejefe de Gobierno Diego Santilli, que se fue a la provincia. 

Luego del resultado y la victoria nacional, comenzó la carrera por 2023 y los amagues sistemáticos de Macri para pelear por una segunda presidencia son una verdadera amenaza para los planes de Bullrich. 

Ambos tienen una excelente relación con el diputado de ultraderecha Javier Milei, que habla mucho con Macri, pero tuvo los primeros acercamientos al ala dura del PRO a través de Bullrich y de Millman, que los juntó por primera vez. Ahí también se cocina otra disputa ciega: cómo quedarse con una parte de la fuga de votos por ultraderecha que atraviesa a JxC y que comenzó frenarse en los últimos meses a partir de la caída en las encuestas del dirigente de La Libertad Avanza.