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Miden la huella de carbono para dar mayor valor a los granos

Agustín Barberis (Agrology), Ricardo Bindi (moderador), María Inés Di Nápoli (Puma) y Francisco García Mansilla (Viterra)
Agustín Barberis (Agrology), Ricardo Bindi (moderador), María Inés Di Nápoli (Puma) y Francisco García Mansilla (Viterra)

En un mercado de consumo de alimentos que, cada vez más, incrementa las exigencias sobre el origen de la producción se abren nuevas oportunidades para capturar valor de este escenario cambiante.

Una de las iniciativas que van en esa dirección es la que se presentó esta semana en Expoagro 2023 con la alianza de tres compañías que impulsan un programa de medición de huella de carbono que, en una primera etapa alcanzará a la soja y al girasol, para responder a la demanda de los mercados de destino. Se trata de Agrology, comunidad digital que ofrece información trazable, y Viterra, líder global en la transformación y comercialización de granos, que sumaron a plataforma Puma, una start up que creó una calculadora para medir la huella de carbono en los procesos productivos.

Se trata de ponerles valor a los datos”, explicó Agustín Barberis, CEO de Agrology. “Buscamos también integrarnos como cadena”, añadió.

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María Inés Di Nápoli, CEO de Puma, explicó que la medición de la huella de carbono se realiza mediante un procedimiento simple, equivalente al cálculo de uso de insumos como semillas, fertilizantes y combustible. “Hay una oportunidad para que la sostenibilidad sea rentable”, explicó.

En tanto, para Francisco García Mansilla, gerente de Originación de Viterra, la alianza responde a una necesidad de superar los problemas de competitividad que hoy tiene la cadena de la soja argentina. “Tenemos cada vez menos proteína en soja, hay problemas logísticos, porque exportamos por puertos fluviales y no de aguas profundas y caemos en producción”, enumeró. “Al final del día, el costo es más alto y los márgenes de molienda de la industria son más bajos. En los últimos tres años el margen positivo solo se dio en cuatro meses”, explicó, y señaló la necesidad de encontrar nuevos segmentos de diferenciación y “agregar competitividad”.

El programa de Agrology, Viterra y Puma consiste en la medición de la huella de carbono del ciclo productivo de un campo para que la cosecha tenga una certificación de sustentabilidad que permita obtener un valor extra en los mercados de destino.

“Queremos que el consumidor de carne de Alemania sepa que la harina de soja con la que se alimentaron los animales tiene un origen sustentable”, destacó García Mansilla. La Argentina es el principal exportador mundial de harina de soja.

Di Nápoli explicó que la medición de la huella de carbono permite identificar las oportunidades de mejora en los procesos productivos. Informó que Puma ya desarrolló una calculadora para medir la huella de carbono en ganadería de carne y de leche.

En una segunda etapa del programa se buscará medir la huella de carbono en maíz y cebada. “En el caso del maíz hay mercados en los que no entramos como la Unión Europea o Japón, esta es una herramienta para hacerlo”, dijo García Mansilla.

Los tres disertantes coincidieron en que la Argentina puede demostrar que su producción cumple con los parámetros de sustentabilidad, ya que se realiza con baja huella ambiental con un sistema como la siembra directa, que conserva la materia orgánica de los suelos, y sin excederse en el uso de fertilizantes de síntesis química. “Vamos a la neutralidad en carbono en 2030 y tenemos la oportunidad de demostrarlo”, dijo García Mansilla.

Barberis, a su vez, indicó que el propósito del programa es generar “nuevas certificaciones, midiendo y validando la huella de carbono, logrando mejoras en los contratos de venta de los productores y empezando a posicionar a nuestro país con un producto diferencial respecto al resto”.