Reinado del efectivo entra en tiempo de descuento: ¿y ahora qué hago con todo este dinero que tengo en 'money markets' y CDs?
Esta es la situación. La inflación en EEUU está a la baja, la economía no solo dejó atrás la amenaza de la recesión sino que en 2023 creció a un ritmo del 2.5%, según cifras preliminares. Pero se cuenta con que llegue una desaceleración suave y, dada la evolución de precios, se prepare el camino para que lleguen las primeras rebajas de las tasas de interés.
Estas previsiones, según los analistas de Fidelity van encontrarse con ahorradores e inversionistas que han apostado por la liquidez como efecto de la política monetaria restrictiva. “En los últimos dos años muchos inversores han visto cómo las rentabilidades se han elevado en CDs de mayor riesgo, bonos a corto plazo y money market funds, se han encontrado que pueden ganar un 5% con su dinero sin las subidas y bajadas que supone invertir en acciones”
Pero, la experiencia de años indica que cuando la economía se desacelera las tasas de interés se rebajan. “Eso significa que esos intereses atractivos en money markets funds también bajarán y también significa que los CDs y bonos a corto plazo llegarán a termino y no habrá otros que paguen tanto como los anteriores”, explican en Fidelity.
Muchos ahorradores e inversores van a empezar a cuestionarse qué hacer con su dinero. Y estamos hablando de mucho dinero.
Muchísimo dinero acumulado en inversiones seguras
Michael Taylor y Doug Beath, estrategas de inversión de Wells Fargo explican que desde julio de 2022 hasta diciembre de 2023 los balances de los money market funds pasaron de US$4.6 billones (trillions en inglés) a US$5.9 billones. “Solo en 2023 el flujo de dinero a estos fondos fue de $1 billón, es decir, un crecimiento anual del 24%”, detallan.
Los datos que manejan revelan que el 61% de lo depositado en money markets está en manos de inversores institucionales y el 39% es de cuentas al por menor. Los inversionistas pueden considerar rentabilidades más altas, también más arriesgadas, a la vista de la apreciación del índice S&P 500 el año pasado (+26%).
Es la esperanza en los mercados, que parte de esos billones sean un refuerzo y ayuden a elevar unas valoraciones que ya han llevado a los índices Dow Jones y S&P 500 a varios récords en enero.
Pero Taylor y Beath muestran una cierta cautela. Tradicionalmente los inversores mantienen activos líquidos en periodos de incertidumbre como estrategia de seguridad. Es algo que ocurrió durante la Gran Crisis Financiera y al principio de la pandemia. “Pero las recientes entradas de capital podrían deberse a los rendimientos atractivos con un riesgo de volatilidad mínima”, tercian. Ese 5% sin riesgo.
De hecho, sus cálculos apuntan a que buena parte de los depósitos en money market funds en los últimos 18 meses “presumiblemente lleguen de cuentas de ahorro con bajos intereses lo que no las convierte automáticamente en material para inversiones en acciones”.
Pero, ¿cómo deshacer posiciones en cash cuando la bolsa está en niveles tan elevados?¿Qué recorrido tendrán las ganancias?
Cómo y cuándo invertir el dinero que tenemos ahora en efectivo
Los estrategas de Wells Fargo sugieren a los inversores sobre expuestos en cash “que consideren las correcciones del mercado para invertir en una cartera diversificada, restablecer o mantener objetivos tácticos”.
La evolución de la Bolsa en el inicio de año ha sido efervescente. ¿Hay alguna ventana de oportunidad?
Sameer Samana, también estratega de este banco explica que los records en el mercado “han llegado de la esperanza de una combinación de agresivos recortes de tasas, una economía aun fuerte, y condiciones financieras y crediticias fáciles, factores que no coinciden frecuentemente”. Samana cree que la decepción “cuando se vea que el motivo de la inversión se construye en esperanza más que en realidad va a llevar a los mercados a cuestionar sus apoyos”.
Denise Chisholm, estratega de Fidelity, ve que a lo largo de la historia que tras el primer recorte de tasas por parte de la Fed las acciones son mejor apuesta que los bonos tanto en escenarios recesionarios como no recesionarios. “Si los beneficios de las empresas se aceleran, como creo que ocurrirá, la recesión será improbable y eso implicará la ventaja de las acciones antes y después del primer recorte de tasas”.
Esta estratega cree que las acciones de empresas de baja capitalización tienen una mayor trayectoria de subida en este momento porque no sus valoraciones no están tan elevadas (Russell 2000 small cap) y apuesta por sectores cíclicos, “y en particular el inmobiliario” pueden tener una buena evolución en 2024.
Otros sectores cíclicos que se también se han beneficiado desproporcionadamente en escenarios de caídas de tasas y aumentos de beneficios, explica Chisholm, son los de consumo discrecional seguidos de tecnología, materiales, finanzas e industria. “Acciones defensivas como eléctricas, consumo básico (staples) y salud han tendido a ir por detrás”.
Por el lado más conservador, Lisa Shalett, directora de Inversión en patrimonio de Morgan Stanley, explicaba en un podcast de su banco que las tasas de los money markets son aún “razonablemente competitivas”. “Pero si las tasas (de interés) bajan muy rápido tenemos que preguntarnos por qué, si es porque tendremos un crecimiento desinflacionario entonces podría ser una señal de que tenemos que invertir en activos con más riesgos”.
Según Shalett, si la Fed recorta tasas porque se están deteriorando las condiciones económicas, mantenerse en cash “durante algo más de tiempo puede ser lo correcto incluso aunque la rentabilidad pase del 5% al 4% o 3.5%”.
Morgan Stanley mantiene una posición muy conservadora con respecto al mercado de capitales. “Pensamos que las acciones estadounidenses podrían ofrecer en el mejor de los casos un rendimiento del 4% al 6% en 2024, en un contexto donde el crecimiento de las ganancias podría ser del 10%”.