Yahoo Finanzas Si ves esto en una casa... mejor no la compres
El esfuerzo de la Reserva Federal para controlar la inflación ha venido a apretar el nudo en la corbata de quienes aspiran a comprarse su primera casa y ahora lidian con las altas tasas hipotecarias que se añadieron a los precios ya astronómicos registrados durante la pandemia.
En un escenario así, la mayoría de los compradores se inclinan por esperar, antes de hacer el gran movimiento financiero de sus vidas. Pero octubre está a la vuelta de la esquina y ese, según una encuesta publicada en agosto por Forbes, es el mejor mes para decidirse.
El brevísimo umbral de otoño-invierno donde los compradores suelen obtener los precios más bajos por una casa puede hacer que algunos se replanteen la estrategia de esperar por tiempos mejores. Ahora bien, un salto de fe demasiado apresurado puede ser igualmente arriesgado.
Para el agente de bienes raíces y asesor de finanzas personales Sean Bryant, la clave está en ser pacientes en la búsqueda y no dejarse seducir por el primer listado que cubre tu presupuesto inicial. “Existe señales de alerta universales cuando se mira una casa”, dijo a GOBankingRates.
Ser negligentes a la hora de inspeccionar la infraestructura de una propiedad puede ser tan dañino como saltarse la aprobación previa de una hipoteca o no usar los servicios de un agente inmobiliario. Bryant destaca cerca de una decena de “banderas rojas” a las que cada comprador inicial debe estar atento en el proceso.
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Lo que se ve desde afuera
El experto recomienda notar, primeramente, si demasiadas casas están a la venta en el mismo vecindario. Siempre es una señal de que “debes investigar primero”, dice Bryant. Entre las causas podrían encontrarse el aumento en la tasa de criminalidad, problemas internos en la asociación de propietarios o simplemente una comunidad conflictiva.
Una vez de frente a la propiedad, Bryant aconseja notar si la casa tiene ventanas empañadas. A medida que las ventanas envejecen y se deterioran, la humedad puede entrar entre los paneles sellados y hacer que se empañen. Se trata del indicador de un problema costoso. El comprador se vería obligado a gastar miles de dólares adicionales en reparaciones o reemplazar completamente las ventanas.
Pisar fuerte sobre el césped y comprobar que no hay agua estancada es otro buen truco. El fango en el jardín podría deberse a un suelo con mal drenaje y ese problema no demoraría mucho en extenderse hacia dentro de la casa, ocasionando molestas inundaciones. Solucionarlo conlleva volver a nivelar el suelo, agregar drenaje o realizar un buen número de modificaciones costosas.
Lo que se ve por dentro
No hay pintura que cubra una grieta verdaderamente peligrosa. Las grietas en paredes, vigas, techo o cimiento -sobre todo si son más anchas que un tercio de pulgada- son una señal de daño severo. Grietas y bultos en los cimientos pueden deberse a sistemas inadecuados de drenaje de agua o cambios en el propio suelo.
El estado de la infraestructura eléctrica también es crucial. Si el sistema eléctrico de la casa está obsoleto, puede convertirse un verdadero peligro para el propietario o inquilino. Un cableado viejo debe reemplazarse de inmediato y podría costar una fortuna, sin contar que los sistemas eléctricos dañados pueden ser un problema para conseguir un buen seguro de vivienda.
“Además de provocar riesgos eléctricos como incendios o descargas eléctricas, a menudo carecen de la capacidad para gestionar las demandas de energía de los hogares actuales, lo que provoca frecuentes sobrecargas e interrupciones en los circuitos”, dijo a GoBakingRates Pete Evering, de la agencia de administración de viviendas Utopia Property Management, con sede en California.
Manchas de humedad, olor a moho y una pared con pintura fresca
Los daños causados por el agua son sumamente complicados porque es posible que no se pueda determinar el alcance del daño sin remover las paredes o los techos, lo que -una vez más- puede resultar costoso y complejo. Aunque no sean evidentes, siempre hay señales como pintura descascarada o zonas descoloridas.
“La infiltración de agua puede provocar el crecimiento de moho, lo que no solo afecta la calidad del aire interior, también puede dañar la integridad estructural de la casa”, señaló Rick Gruebele, corredor de bienes raíces de Visions First Realty, LLC.
Agudizar el olfato y detectar ese inconfundible olor a moho también es crucial antes de firmar la compra. El moho suele deberse a goteras o filtraciones que suelen estar ocultas, y puede causar problemas respiratorios y condiciones de vida inseguras.
Muchos vendedores pintan la casa para que luzca mejor antes de ponerla en el mercado, pero la pintura fresca en una sola pared podría ser una señal de que hay hongo o moho. Una vez que sepa sobre el moho en la casa, el comprador debe revelarlo posteriormente si desea revender la casa, lo que le hará más difícil pedir un buen precio.
