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Los sincronizadores

La contracara de la revolución del home office es la dificultad para que surjan ideas más disruptivas
La contracara de la revolución del home office es la dificultad para que surjan ideas más disruptivas - Créditos: @shutterstock

La revolución del trabajo desde cualquier lugar tiene un problema inicial: es más difícil para los nuevos trabajadores, los nuevos grupos de trabajo y para que surjan ideas más disruptivas. Todas estas requieren algo de tiempo en la oficina. Y eso no significa que el trabajo desde casa sea malo, sino que no puede ser el 100 por ciento del trabajo. El que sostiene estas ideas es el economista de Stanford Nicholas Bloom, un especialista en investigar el potencial del trabajo remoto. “Definitivamente hay situaciones, incluida la tutoría de nuevos empleados y actividades innovadoras, que requieren algo de tiempo en la oficina. Las interacciones en persona fomentan discusiones complejas y fluidas.”, le dijo a Dereck Thompson de The Atlantic y autor del genial newsletter Work in Progress.

“Chutzpah”, el secreto israelí que explica su innovación extrema

Durante décadas, los equipos divididos entre varios países tenían cinco veces menos probabilidades de producir ciencia “innovadora” que reemplazara el corpus de investigación que lo precedió. Pero en la última década, la brecha de innovación entre los equipos remotos y en el sitio se revirtió repentinamente. ¿La razón? La explosión de herramientas como Zoom y Slack, lo que podría estar marcando una nueva tendencia en la que la mejora continua de herramientas digitales posibilite conexiones profundas aún a la lejanía. Sin embargo, la organización del “trabajo híbrido” no está siendo sin fricciones en la mayoría de las industrias. Y Dereck, autor además del best seller Creadores de Hits, la ciencia de la popularidad en la era de la distracción, propone un nuevo rol para el liderazgo medio: el sincronizador.

Otros autores hablar de un o una gerente de trabajo remoto, pero creo que “sincronizar” es exactamente lo que hace falta. Conciliar agendas, explicar la importancia de las coincidencias de espacio, negociar prioridades. Es verdad que algunos equipos de operaciones ya están haciendo parte de ese trabajo, pero agregando carga a su agenda. El sincronizador, o, para las grandes empresas, un equipo de sincronizadores, sería responsable de resolver las necesidades de nuevos empleados, nuevos grupos o proyectos y nuevas ideas. Los sincronizadores garantizarían que “los nuevos” estén acompañados en su mentoría, planificarían tiempo en persona de relacionamiento con otros, coordinarían encuentros menos probables para generar la serendipia de los encuentros informales, planificarían retiros y reuniones para celebrar y para que la colaboración ocurra. Las mejores ideas a menudo provienen de la diversa hibridación de conocimientos dispares, y esos espacios requieren una construcción con guardianes que velen por su éxito: los sincronizadores.