Binance ve una oportunidad para convertirse en el nuevo rostro de las criptomonedas ante el colapso de FTX

A inicios de noviembre, a tan solo unos días de que la casa de cambio de criptomonedas FTX se declarara en quiebra, su fundador, Sam Bankman-Fried, se comunicó con su archirrival, Changpeng Zhao, para pedirle ayuda.

“No sé cómo se pusieron tan mal las cosas entre nosotros”, escribió Bankman-Fried en un mensaje de texto a Zhao, según una persona con conocimiento del intercambio. “Necesito tu ayuda por el bien de la industria y sus usuarios”.

En un inicio, Zhao, fundador de Binance, la casa de cambio de criptomonedas más grande del mundo, accedió a otorgar un préstamo y comprar FTX para rescatarla. Pero tras examinar la contabilidad de FTX —y ver la magnitud de sus problemas financieros— Zhao cambió de parecer, y Bankman-Fried no tuvo otra opción más que declarar a su empresa en bancarrota. El lunes, Bankman-Fried fue detenido en las Bahamas luego de que fiscales estadounidenses presentaron cargos penales contra él.

Las acciones de Zhao fueron la culminación de una relación complicada entre los fundadores de las dos mayores casas de cambio de criptomonedas, una que en ocasiones llevó a ambos hombres a discutir en público e insultarse en Twitter. Cuando el rápido ascenso de sus empresas los convirtió en multimillonarios en papel, sus visiones opuestas de la industria de las criptomonedas —y cómo debía regularse, o si acaso era necesario— tenían una influencia tremenda, sobre todo en los gobiernos del mundo preparados para reprimirla.

Pero, mientras Bankman-Fried montaba una campaña muy visible para cortejar a los legisladores y moldear las regulaciones para las criptomonedas en Estados Unidos, al tiempo que gastaba a manos llenas en publicidad para promocionar la marca FTX, Zhao y Binance mantuvieron un perfil bajo.

Zhao, quien alguna vez describió la regulación como un “riesgo” para su empresa, en gran medida se abstuvo de interactuar con legisladores, excepto en países que aceptaban las monedas digitales. Aun así, cuando reconoció que la regulación era inevitable, Binance empezó a tomar medidas este último año para limpiar su reputación de que es un gigante sombrío sin oficinas centrales que no siempre sigue las reglas.

Ahora, el colapso de FTX le ha abierto a Binance una oportunidad para establecer su credibilidad de manera más pública frente a inversionistas y reguladores. Zhao, conocido en la criptocomunidad como CZ, hace poco envió mensajes apaciguadores a sus ocho millones de seguidores en Twitter, retratándose como un salvador de la industria de las criptomonedas.

“#bitcoin no ha muerto. Nosotros seguimos aquí”, escribió el 20 de noviembre.

Zhao tampoco pudo resistirse a criticar a su rival.

“No tienes que ser un genio para saber que algo huele mal en FTX”, publicó en Twitter este mes. “Su tamaño era una décima parte del nuestro, y aun así gastaron cien veces más que nosotros en publicidad y ‘asociaciones’, fiestas elegantes en las Bahamas, viajes por el mundo, y mansiones para todos sus directivos (y sus padres)”.

Para disipar la idea de que Binance ha eludido las regulaciones, hace poco la empresa anunció que adquirió una casa de cambio de criptomonedas japonesa, lo cual le permitiría entrar al mercado japonés “como una entidad regulada”.

En Estados Unidos, Binance ha intentado apuntalar su legitimidad al contratar una serie de ejecutivos estadounidenses para Binance.US, su subsidiaria con sede en Palo Alto, California. Zhao también parece estar preparando el terreno para tener una mayor presencia cabildera: tan solo 10 días después del colapso de FTX, Binance.US inició un comité de acción política. Además, ha reforzado su estrategia de mercadotecnia: un anuncio reciente mostraba a la estrella portuguesa del futbol Cristiano Ronaldo posando con una camiseta de Binance.

Sin embargo, posicionar a Binance como el nuevo rostro responsable de las criptomonedas será una ardua tarea. Desde su fundación en 2017, la casa de cambio ha sido asediada por acusaciones de irregularidades.

Binance ha sido objeto de demandas de clientes por su mala gestión de datos personales sensibles y la violación de leyes bursátiles. También está siendo investigada por el Departamento de Justicia y reguladores estadounidenses como parte de una pesquisa más amplia sobre el cumplimiento de la criptoindustria con las leyes internacionales contra el lavado de dinero, según reportajes informativos y una persona familiarizada con el asunto. (FTX también está bajo investigación por blanqueo de capitales).

En una entrevista de noviembre de 2021, Zhao le dijo a The New York Times que los “reguladores estuvieron muy contentos” cuando Binance implementó una política global de “conocer al cliente”. “Ningún regulador nos pidió que lo hiciéramos, lo hicimos de modo proactivo para demostrar que estamos comprometidos con una actitud de total cumplimiento normativo”, afirmó.

Igor Pejic, analista de criptodivisas en Viena, comentó que “en términos de regulación en todo el mundo, han tomado muchos atajos”.

Zhao fundó Binance tras una breve carrera profesional en las finanzas, incluyendo un periodo de trabajo en Bloomberg, donde desarrolló un software de operaciones bursátiles. Creó la casa de cambio cuando vivía en Shanghái.

No obstante, poco después, el gobierno chino prohibió en ese país la operación de casas de cambio de criptomonedas como Binance, y muchos de los empleados de la empresa huyeron. Zhao mantiene una presencia activa en Twitter, pero no siempre es fácil de localizar, ya que se mueve entre Japón, Singapur, Lituania, Malta y Dubái.

La falta de una sede fija de Binance sea alinea con la tendencia del trabajo a distancia, mencionó Jessica Jung, portavoz de la empresa. En una declaración por correo electrónico, Jung declaró que la casa de cambio había establecido una presencia local en casi doce jurisdicciones, entre ellas Kazajistán y Francia.

En Estados Unidos, Binance.US ha trabajado para fortalecer su legitimidad.

Contrató a dos ex altos ejecutivos de Uber para que dirigieran sus operaciones estadounidenses: Brian Shroder como su director ejecutivo y Krishna Juvvadi como director del departamento jurídico. Este año, Binance.US finalizó una exitosa ronda de recaudación de fondos, algo que la firma no logró en 2021 pese a los esfuerzos de Brian Brooks, entonces director ejecutivo de la división.

La recaudación de 200 millones de dólares, finalizada en marzo, incluyó contribuciones de una empresa tailandesa de inversión en infraestructura, una firma brasileña de capital de riesgo, un sindicato de inversión privada y unas cuantas empresas pequeñas de capital semilla en Silicon Valley.

Las recientes contrataciones de Zhao para Binance también parecen ser aperturas a los reguladores globales. El año pasado, eligió como director global de inteligencia e investigaciones de Binance a Tigran Gambaryan, exinvestigador federal del Servicio Interno de Impuestos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Binance también trajo a antiguos funcionarios del FBI y el Tesoro; dos exfuncionarios de la Financial Conduct Authority, un organismo regulador del Reino Unido; y a un ex director ejecutivo del organismo rector financiero de los Emiratos Árabes Unidos.

“Contratamos a una gran cantidad de antiguos reguladores de alto perfil”, dijo Zhao en una entrevista de 2021 con el Times.

© 2022 The New York Times Company