Entrevista exclusiva a Domingo Cavallo: "No creo que la inflación baje mucho más que el 8%"

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En los '90, todos recordamos la convertibilidad y un montón de reformas que acompañaron en simultáneo. ¿Cuál es tu opinión sobre la relación entre las reformas y la estabilización, pensando en la Argentina de ahora? ¿Cómo ves esa interacción y esa secuencia?

Siempre pensé que el crecimiento económico requiere de un clima de estabilidad, pero sobre todo requiere de evitar distorsiones de precios relativos que obliguen a aislar a Argentina del mundo. En el libro que escribí, Historia económica de Argentina, enfatizo mucho la existencia permanente de un sesgo antiexportador. Es algo que también enfatiza mucho Pablo Gerchunoff, pero con un enfoque diferente -habla del tipo de cambio real y evitar las sobrevaluaciones, y que cuando se deteriora el tipo de cambio real se crean problemas. Yo creo que el sesgo antiexportador tiene que ver con las restricciones al comercio que derivan de restricciones cuantitativas en las importaciones, retenciones a las exportaciones, la no devolución de los impuestos internos que se gravan los procesos de producción y que, si no se devuelven al exportador, se desalienta toda esa actividad exportable. Le asigno mucha importancia para la sostenibilidad de la estabilización y el crecimiento hacer el máximo esfuerzo para remover el sesgo antiexportador de la economía. Me gusta la idea de Adolfo Sturzenegger de tratar de eliminar todo tipo de distorsiones. Pero cuando uno tiene que estabilizar y viene de una alta inflación, sobre todo de un período de estanflación como el que hemos estado viviendo, habría que haber priorizado las reformas o la desregulación y la eliminación de distorsiones relacionadas con el comercio exterior. Por eso el plan que se está aplicando tiene muy buenas intenciones y es muy bueno que se ponga tanto énfasis en el equilibrio fiscal para eliminar la inflación, pero veo como talón de Aquiles el hecho de que se introdujeron distorsiones adicionales.

Impuesto País, por ejemplo…

Claro. Y se querían meter más retenciones. Pese a que al gobierno le pareció mal, fue beneficioso que no pusieran más retenciones. La desregulación y la eliminación de impuestos distorsivos son claves para que el país vuelva a crecer y cuanto más amplio sea el proceso de desregulación, mejor. Pero habría que haber comenzado con la desregulación más relevante para el proceso de estabilización y eso no ocurrió.

Hay un dilema con lo fiscal, porque Argentina tiene una estructura de aranceles muy altos. Como una maldición donde el gobierno nacional quiere capturar del comercio exterior…

Pero el Impuesto País, por ejemplo, podría haberse evitado. No digo bajar los aranceles, que en realidad no son tan altos, son más bien las restricciones cuantitativas que hay, el hecho de que el importador no puede comprar divisas. Las retenciones que todavía existen son también distorsivas. Cuando se piensa en términos de tipo de cambio real para los exportadores, algunos dicen: "Bueno, ahora está tendiendo a ser tan bajo como en la década del '90". Pero ahí además de que no había retenciones había reintegro de impuestos internos para todos los sectores (en particular para la industria) y eso era importante en términos de que la actividad industrial pudiera también avanzar por vía de las exportaciones. La clave de un proceso de industrialización exitoso es que las empresas industriales puedan exportar, estén alentadas a hacerlo y de paso abastezcan al mercado interno.